La Gomes, una camara viajera

La Gomes – una cámara viajera, un juego, que es más que un juego. Es un regalo, un reto, un desafío, una invitación, un recuerdo, presente. Un objeto, un pedazo de basura, un símbolo, un lazo, una excusa para hacer, jugar, conocer, dejar una huella, invitar, sumar, acercar. Una sucesión de acontecimientos pusieron en mis manos una lata de sardinas. La coordinadora de talleres en un penal en Salta me invitó a trabajar con ellos. Fui con la idea de mostrar que cualquier objeto era capaz de convertirse en una cámara y reuní varias latas. Fue un joven interno él que eligió, o más bien quien se conformó con la lata de sardinas como su cámara estenopeica en ese encierro. Y otro el día en que buscaba cámaras para jugar a pasarlas y compartir los resultados que me tope con esa lata de sardinas a la que le cabe perfectamente un rollo de 35 mm.

2020

Tucumán, Octubre del 2012 en La Plaza de Almas es uno de los bares que funcionan como sede satélite de los encuentros de la bienal. El momento de uno de los primeros pasos de manos de la cámara viajera. Les contaba la propuesta a José Gómez de Santiago del Estero, Diego Aráoz de Tucumán, Sebastián Salguero de Córdoba, Carolina Cabrera y Ariel Pacheco de Catamarca, la foto es de Silvana Schmukler de Bs. As. En abril de 2013 durante el encuentro de ARGRA en Córdoba Gustavo Tarchini de Santiago del Estero sostiene la Gomes para una foto de Cecilia Maletti de Neuquén.

La bienal de fotografía documental de Tucumán fue siempre un punto de encuentro que generó muchas amistades, un clima propicio para compartir y como dice el Chino para tender redes.

La Gómez, la cámara viajera, es una forma de esas redes. En una de esas bienales tomé una cámara compacta en desuso y la entregué a este juego, propuse pasarla de mano en mano y después de un tiempo quedó atrapada en algún cajón. Entonces fue que llevé una lata de sardinas a un encuentro de ARGRA en Córdoba. Todos se engancharon con la idea. La cámara viajera lleva consigo un cuaderno, una Bitácora, donde cada participante expresa lo que se le ocurre, deja allí su huella en unas líneas y pega una foto que hizo con la cámara.

Al año siguiente de vuelta en la bienal nos reencontramos en Tucumán con una Gomes que había dejado en Córdoba y de allí viajó en manos de otro fotógrafo a Bariloche.

El Chino Pantoja con su hijo reciben la Gomes que lleva a San Pablo y se la pasa a Montiel Klint quien la llevó a Colombia

Fotos tomadas con la Gomes 4.1 y la G7

Francisco Mata Rosas se llevó desde Tucumán una Gomes que llegó desde Bariloche hasta “la línea”, un trabajo suyo en la frontera con EEUU y allí se la entrega a Antonio Leiva quien la cruza por la frontera.

El encuentro nos reunió en torno a una nueva mesa para leer y ver el recorrido de la cámara y su bitácora. Esa Gomes pasó a las manos de Mata Rosas quien la llevó a México he hizo fotos con ella de la frontera, después pasó a manos de Antonio Leiva quien la cruzó al norte.

Las seguimos por un grupo en Facebook donde tratamos de recrear esos momentos y de encontrarnos con las imágenes y textos que dejamos junto a las Gomes a modo de una bitácora virtual.

Desde Volcán, Jujuy Zonia Zena se lleva a Ecuador su Gomes, desde donde nos comparte una imagen y se la pasa a Angel-oux J. Morales Rizo quien nos comparte una imagen de su colección de cámaras.

La Gomez 9.0 junto a su exposimetro, soporte y Bitacora.

Jan Touzeau lleva su Gomes a Francia nos comparte sus fotos y la deja en manos de Gilles Viatour en Asieres sur Seine Francia.

La Gomes, hoy es lo que llamo un proyecto participativo, una acción fotográfica. Invito a jugar a hacer fotos y regalarlas. Experimentar y regalarse ese tiempo y placer.

Un día, de algún modo, por correo, dentro de un paquete o de la mano de un amigo, recibes una lata de sardinas y su bitácora. Es una cámara estenopeica lista para usar, el desafío es hacer fotos y compartirlas.

Para mi se convirtió en una excusa para llegar a algún lugar. Es el momento de detenerme y mirar aquello que esta delante de la Gomes que quizá no salga o sea muy diferente a lo que recuerde cuando revele la película.

Sergio Fernandez recibe su Gomes frente al museo Simik antes de viajar a Poços de Caldas, em Minas Gerais, Brasil desde donde nos compartió algunas imágenes.

Esteban Pastorino Diaz, recibe una cámara que llego desde Santiago del Estero y es el primero en hacer una fotografía a través de la ventanilla de un avión con la Gomes.

Maikel Plasencia, fotógrafo cubano recibe su Gomes en Puerto Iguazú, Misiones, antes de viajar a su isla. Su amigo Kokati Tao y nos comparte un autorretrato en papel desde Cuba.

José Figueroa recibe su Gomes por correo en Suecia.

La Gomes va por su edición número 13 y llegó a casi todos los países de Latinoamérica, cruzó varios mares y compartió las salidas de muchos fotógrafos que nos hacen saber de sus experiencias y fotos. Un día nos encontraremos con esas bitácoras, reviviremos esos momentos.