Confitería del Molino / Buenos Aires
En medio de las mesas del café, en el salón central con todas sus mesas ocupadas, desenfunda su arma y dispara varias veces, policías y militares uniformados irrumpen por las puertas, en medio del pánico, todos son desalojados a culatazos y empujones. Mesas y sillas amontonadas en el centro del salón y prendidas fuego. El humo y la violencia cerró el café. Fue durante el golpe de estado de 1930 contra el presidente constitucional Hipólito Yrigoyen. Cerrado y saqueado, muchas de sus partes exhibidas y ostentadas como trofeos en residencias de la oligarquía argentina. “Nos tomemos un café.” - decir esto en Argentina es la invitación al diálogo, a pasar el tiempo con una persona frente a una tasa de café, compartir, discutir, evocar largamente. El café, frente a las sedes judiciales es el lugar de encuentro de abogados y clientes. El café frente a las legislaturas, consejos deliberantes convocan a discutir políticas. Este es un café que alberga largas horas de diálogos. El café del Molino tiene más de 100 años de existencia. Inicio con los pasteleros Constantino Rossi y Cayetano Brenna que abrieron la “Confitería del Centro”, en Rodríguez Peña y Av. Rivadavia. En 1866, cambiaron el nombre por el de "Antigua Confitería del Molino", como un homenaje al primer molino harinero a vapor que hubo en la Ciudad. En 1906 compraron el edificio actual e inauguraron el 9 de julio de 1916 hoy es Monumento Histórico Nacional (1997) pertenece al Congreso Nacional.