Me reencuentro con imágenes que tome hasta el año 2008, recuerdo negociar días liberados en el diario para poder viajar. El camino de tierra y con de pozos de arena, frio en la noche.
A 3377 m sobre el nivel del mar y 271 Km al norte de la ciudad de San Salvador de Jujuy, Casabindo.
Desde finales del siglo XVII, según la tradición "así llueva, truene o caigan rayos de punta" el 14 de agosto de cada año a las 10:00 PM comienza frente a una centenaria Iglesia la fiesta en honor a la Santa Patrona del pueblo, la Virgen de la Asunción, la que esperan provea al pueblo de paz, trabajo, amor y alegrías.
La fiesta se inicia cuando los Samilantes, adornados con plumas de suris, bailan a la vez que ofrendan a la Virgen el cuerpo de un cordero sacrificado en su honor, al compás de las cajas y los erkes.
En la plaza y al calor de las fogatas y el vino caliente con canela, los fieles acompañan a la Virgen hasta el alba, cuando las campanas los llamen a participar de la misa de la aurora.
Una procesión es guiada por los Samilantes alrededor de la plaza y seguida por infinidad de misachicos llegados desde pueblos vecinos.
Antes de la "corrida de la vincha" se chaya (se bendice) el corral de los toros con sahumerio de koa (hierba aromática del lugar).
En la "corrida de la vincha" el trofeo es la misma vincha atada a los cuernos del toro y adornada con medallas de la Virgen. Está tiene el poder de lavar todos los pecados que el poseedor haya cometido durante el año.
El toro no sufre ningún daño físico. La vincha, atada a los cuernos del toro debe ser quitada con las manos.