Ushuaia, Tierra del Fuego.
Un retrato del fin del mundo. Fotografío por curiosidad, por saber. Se detienen frente al cartel, es el registro de su paso por la llamada “ciudad más austral del mundo”. Su bahía y su puerto con veleros viajeros anclados, de distintos confines del mundo. Una hermosa pintura sobre el horizonte. La casa de Gobierno, moderna, reconocible. Otra fachada ayornada según historias de la quizás, la cárcel más cruel. Bares temáticos y casas que parecen conservadas del tiempo construyen una ciudad de sueños dedicada a venderse al turismo. Su geografía, sus cerros, glaciares y lagos la hacen excepcionalmente hermosa y particular. Los parques y áreas protegidas la rodean. Es en sí misma una referencia de latitud universal. También lo son su puerto y grandes factorías las que marcaron su historia y su presente. Treinta años atrás la visité por primera vez, con la idea de embarcarme en un crucero como ayudante y recorrer el mundo. Ya en esos días ví la ciudad por detrás de las vitrinas que venden los recuerdos. Ushuaia es otra detrás de la calle Alem. Me acota Inés mientra visita “la montaña”, asiste a algunos vecinos con las últimas luces del día, que por esta parte del planeta el sol se pone a las 22hs. Funcionaria de promoción territorial del gobierno de Tierra del Fuego y dedicada a la problemática habitacional en Río Grande, es quien vincula, con lo institucional a los que por necesidad instalan sus casas entre los árboles de la montaña. Un punto de difícil posición entre la necesidad de unos y el poder que ejerce el capital. Cuatro palos, un nylon y un perímetro de tres por tres. La necesidad es la misma en el otro extremo del país, Milagro Sala, presa política por hacer viviendas populares en Jujuy. La Patagonia con la densidad de población similar a un desierto y solo un espacio de tres por tres para padres e hijos que no pueden pagar un alquiler y temperaturas mortalmente bajas en invierno. A la vista se alzan importantes edificios en las cimas que rodean la ciudad, privados libres de cuestionamientos estéticos y ambientales, simbólicos. Hay 6 km del centro comercial, en la cumbre del cerro dos banderas, la plaza Jaku recuerda a un docente de la ciudad que murió calcinado al incendiarse su vivienda, que como todas estaba hecha con materiales reciclados de los embalajes que desechan las fábricas, chapas y placas de madera. El municipio instaló una garita de control en el acceso del barrio y solo algunos autorizados pueden subir materiales de construcción. Patricia es vecina y referente del barrio 4 Raíces asentado en ese cerro. También se nos quemó la biblioteca. Hay mucho por hacer. El trazado de calles y sus nombres. La iluminación y el tendido eléctrico. El entorno les provee del agua que recolectan y distribuyen con una serie de cañerías de plástico en verano y derritiendo la nieve de los techos en invierno. La leña y las salamandras hechas a partir de los más diversos contenedores metálicos reciclados son indispensables, aún cuando hoy los zeppelin ( garrafones de gas natural comprimido) son comunes pero no siempre accesibles. Lolo y la Garota, su compañera, llegaron hace 15 años atrás, como muchos buscando un trabajo. Y como tantos un día quedaron desempleados con cuatro hijos y sin poder pagar la pensión. Cuatro palos y un nylon fueron su resguardo hasta que se convirtió en una casa para la familia. Y una noche, a la vista los seis parados en la nieve, solo con lo puesto, la más pequeña sin calzado, vieron como se quemó todo en solo diez minutos. Fue el 22 de julio de 2018, lo recuerdan sin dudar la fecha, “el municipio nos llevó a un hostel por 25 días y nos hizo firmar una factura por 185 mil pesos. Los vecinos nos ayudaron mucho”. Sonrisas en la Montaña se llama su proyecto, en la ladera del cerro con troncos descartados, pallets, algunas redes de pesca y sogas de descarte montaron un escenario. Aunque el incendio se llevó el equipo de audio las luces de colores son parte del anfiteatro del barrio donde convocan a músicos amigos. Hamacas y juegos para los chicos. De las fiestas de fin de año quedaron los renos hechos de troncos y los recuerdos Lolo vestido de Papa Noel repartiendo peluches de regalos a los chicos en navidad o para el día del niño. Como suele suceder, las ideas y formas de solución son diferentes, aún cuando la necesidad sea misma. Y de esta distracción se ven favorecidos unos y perjudicados otros. Yo descubrí a quienes se esfuerzan en transformar el presente.