De mi archivo retome algunas miradas de esos días de procesiones.
De mi archivo retome algunas miradas de esos días de procesiones.
Llegué a Salta en los primeros días de la década del 90 y ese año salí desde la redacción del diario Eco del Norte a cubrir la procesión del Señor y la Virgen del Milagro. En la avenida Belgrano a metros de calle Dean Funes encontré una columna donde subirme y ganar altura sobre las cabezas de los que se sumaban en las veredas a esperar el paso de las imágenes. Ateo militante, solo había visto la procesión de una docena de fieles en algún lugar de los Valles Calchaquíes. Las personas detrás de los cordones eran cada vez más númerosas a ambos lados de la calle y yo llevaba un par de horas esperando. Dos de niños ya estaban ocupando un lugar más abajo de la columna que sostenía el cartel de la parrillada. A 100 metros apareció una cruz muy alta cargada por varias personas. Completé el rollo que tenía y otro más con el paso de la imagen de la virgen qué le seguía metros atras. Bajé desde mi posición y de camino a donde me esperaba un auto del diario ví dos figuras en un altar improvisado en la vereda del cuartel de bomberos. Dentro de mi ansiedad y mi apuro por volver a revelar las fotos en mi cámara, me acerqué a una oficial que estaba al lado y le pregunté por esas imágenes. Desde su naturalidad y sorpresa - El Señor y la Virgen del Milagro, me respondió con seguridad. ¿Y a que le había hecho fotos yo? La cruz y la virgen de las lagrimas, contestó esta vez comprendiendo mi desconocimiento.