El lechero del pueblo
Metan. Salta (una historia del 2010) Gallo, como lo conocen todos, es el lechero del pueblo. “Yo no tengo sábados o domingos la leche se entrega todos los días”, exclamó orgulloso. En 1960 me subí al carro, en el 78 me gané un Fiat 128 en una lotería y lo cambié por unas vacas, desde entonces también produzco mi propia leche. Héctor Capuzzelo vive en Metán. “Me levanto todos los días a las 5:30 y me tomo unos mates”. Al amanecer comienza uno de dos recorridos que alterna día por medio y que sus dos yeguas conocen de memoria. “Qué haría si dejo el carro”A poco de entrar al pueblo se ve una olla sobre la verja de una casa, el dueño espera la leche del día. Así, a lo largo de las cuadras, la gente se va acercando con jarras y ollas al carro mientras suena un cencerro que avisa de la llegada de El lechero del pueblo. Entonces, la primera de varias paradas con amigos donde comparte un café o mate cebado con bollo y hojea el diario o simplemente se para a conversar con sus amigos. La libreta del fiáo y los paseos de los chicos en el carro del lechero son parte del folclor de Gallo Capuzzelo, “el comunicador social del pueblo” dice María Elena su esposa que lo espera al medio día para el almuerzo y una hora de siesta. Por la tarde al tambo, ver los animales otros mates y de vuelta a casa. Hoy Gallo hace su recorrido en camioneta y su bocina tiene un sonido particular.